Desde mediados de los setenta, mi padre y yo conocimos a un personaje, que de cierta manera fue muy importante para nosotros y para nuestra profesión, se trata de Ricardo Iturbe, quien fungía como gerente de la legendaria "Librería Graphis", librería que fue conocida más por artistas de todo tipo y se localizaba en la calle de Gutemberg en la colonia Anzures de la Ciudad de México. A Ricardo lo conocimos en 1975 cuando vendía libros de arte en su auto, se acercaba a editoriales y escuelas de arte para encontrar artistas, ilustradores, fotógrafos, arquitectos, diseñadores a quienes ofrecerles libros de arte, así se fue haciendo de una numerosa clientela y muchos de sus clientes se convirtieron en sus amigos, (donde nos incluímos).
Ricardo Iturbe, el segundo de izquierda a derecha junto a Sixto Valencia, atrás de él, mis padres y el maestro Rubén Lara con su esposa.
Lo importante de este personaje, es que era como un doctor de cabecera, y conocía a la perfección nuestras necesidades y gustos, adquiría libros raros de referencia que nos ofrecía de inmediato, algunas veces nos llamaba a casa y nos informaba que le habían llegado ciertos títulos. Ricardo no sólo vendía libros por negocio, de verdad disfrutaba el complacer a su clientela sorprendiéndola con lo que adquiría y más que un simple gerente de una librería, para mí era como el librero de la Historia Sin Fin.
Como ejemplo, si necesitabas encontrar un libro de referencias para dibujar vampiros chupando la sangre en varias poses, Ricardo te encontraba libros especializados en Vampiros succionando sangre, fue el primero en poner en contacto a los artistas con libros verdaderamente raros, ya que por una larga temporada, antes de que existieran las tiendas de cómics, "la Librería Graphis" era donde podías encontrar muchas publicaciones de diversas disciplinas artísticas en un sólo lugar, los que podíamos ir a Estados Unidos, teníamos que visitar varias librerías para encontrar variedad, y en la librería de Ricardo, lo encontrabas todo, si no lo tenía te lo conseguía y a muy buen precio. Con el tiempo Ricardo se hizo amigo de editores y artistas norteamericanos como Frank Frazzeta, Will Eisner y muchos que ni se imaginan, era todo un conocedor del arte y también por un tiempo tuvo que ver con la librería del Museo de Arte Moderno.
Como ejemplo, si necesitabas encontrar un libro de referencias para dibujar vampiros chupando la sangre en varias poses, Ricardo te encontraba libros especializados en Vampiros succionando sangre, fue el primero en poner en contacto a los artistas con libros verdaderamente raros, ya que por una larga temporada, antes de que existieran las tiendas de cómics, "la Librería Graphis" era donde podías encontrar muchas publicaciones de diversas disciplinas artísticas en un sólo lugar, los que podíamos ir a Estados Unidos, teníamos que visitar varias librerías para encontrar variedad, y en la librería de Ricardo, lo encontrabas todo, si no lo tenía te lo conseguía y a muy buen precio. Con el tiempo Ricardo se hizo amigo de editores y artistas norteamericanos como Frank Frazzeta, Will Eisner y muchos que ni se imaginan, era todo un conocedor del arte y también por un tiempo tuvo que ver con la librería del Museo de Arte Moderno.
Sin embargo, creo que tuvo problemas con su esposa y se divorció, lo cual fue mermando su salud y economía, hasta que en el 2004, nos sorprendió que la librería cerró y ya no supimos nada de Ricardo nunca más, a pesar de tantos años de conocerlo, nunca tuvimos la precausión de preguntar su teléfono y domicilio ya que siempre lo encontrábamos en su local. Se siente horrible cada vez que pasamos por donde se encontraba la librería y ya no está más, pasábamos momentos muy agradables con el buen Ricardo, sólo esperamos que esté bien y no le haya pasado nada. Fue en nuestra Convención Utopía 2003 que lo vimos por última vez, ya que por sus aportaciones al Arte Mexicano, le dimos el premio "La Plumilla de Plata", premio que el Estudio le da a quienes hacen algo por impulsar al cómic en nuestro país.
Gracias Richard, donde quiera que te encuentres, tu Kunda Kalari será recordado por nosotros y por quienes te conocieron.
6 comentarios:
Todo un señorón, lástima que ya no hay gente como él, durante la carrera nunca pude conseguir algunos libros de arquitectura: uno de ilustraciones japonesas de proyectos arquitectónicos, la mayoría acuarelas, era tan escaso que el ejemplar de la biblioteca se lo robaron a las dos semanas!!! Ahora con el imternet se ha perdido esto, de todos modos,hay liblros que son unas joyas, y difíciles de conseguir, aún recurro a tianguis, bazares y librerías de segunda mano, dondeencuentro cada cosa...
Aunque y tarde, felíz compleaños Oscar, también a mi tocayo que aún no tengo el gusto...
Así es Alex...y muchas gracias!!!!
yo fui los ultimos dias que la libreria graphis estuvo abierta, el senior ricardo me indico el cambio de lugar de la libreria, por el momento se me haria dificil encontrar la direccion exacta, ya tiene varios anios de esto. esta hubicada por el area de metro polanco, pero la calle no la recuerdo exactamente. no se si siga ahi, pero no era como en el local original. de verdad es una lastima la perdida del lugar original, yo lo consideraba una referencia obligatoria para todo artista.
saludos
armando
Órale, voy a ver si lo encuetro, gracias por el tip.
Ojala supieramos donde esta... encontre un nombre de tienda que es GraphiK que esta en Homero 403 que seria cerca del metro polanco, pero todas las referencias a Graphis que he encontrado a traves del tiempo apuntan a Gutemberg, que es la sede original aun vacia. Si alguien la encuentra por favor, el mundo la necesita de regreso
Híjole Oscarín, me trajiste muy buenos recuerdon de Don Ricardo y su maravillosa tienda. :9
Todavía recuerdo con mucho gusto como quedaba totalmente fascinado cada vez que iba a ella, la de libros que podías encontrar y tienes mucha razón, sí no tenía alguno en especícico que necesitaras lo conseguía. El señor era algo especial y se dedicaba a su tienda con el mayor de los gustos.
Por cierto, hubo varios libros maravillosos por los cuales que ya no pude regresar, aún deseo encontrarlos.
¡Un hurra a Don ricardo! :)
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