SUNHILLS

El día de ayer Susy, Carlos, Mau, Horacio y yo, fuimos a Querétaro a visitar la escuela de mi tocayo Oscar López quien es hijo del famosísimo Javier López Chabelo. La relación con él surgió por Mauricio Cosío nuestro Director de Producción quién a parte de colaborar con nosotros, trabajó unos años en las oficinas de Chabelo, que se encuentran cerca del World Trade Center de la ciudad de México, así Mau se relacionó mucho con la familia López y se encargaba de realizar la página web de Chabelo, así como diseños para el programa "En Familia con Chabelo". Cuando Mauricio dejó de trabajar ahí y se vino a ¡Ka-Boom! tiempo completo, siguió su relación como freelancer con Oscar, el hijo mayor del buen Chabelo y fue hasta ayer que pudimos visitar las instalaciones de su escuela Sun Hills, la cual está increíble y hasta se te antoja ser niño para estudiar en ella, la verdad una escuela con mentalidad de primer mundo tal como piensa mi tocayo Oscar López.


Oscar, era productor en televisa y lógicamente por su padre creció en ese mundo, siendo parte también de la historia y de los pioneros de la TV, pero tras las cámaras, entre sets, cables y reflectores, prefiriendo cambiar ese medio por la educación, según nos comentó, siempre quizo tener una ecuela.


Él mismo nos dió un tour por todas las instalaciones y nos sorprendió la ideología y los planes de estudio que implantó, los salones están increíblemente limpios y lo sorprendente es que los bebes, los niños chiquitos y hasta los de secundaria son muy disciplinados y limpios y es que dentro de los planes de estudios, el juego y la fantasía están por todos lados, ahí pudimos ver varios de los dibujos en los que trabajó Mau. Oscar tuvo mucha visión pues la zona de juriquilla está creciendo día a día y su escuela está formando parte importante de la comunidad, de hecho tiene proyecciones a futuro, que viendo todo lo que él hace, tendrá mucho éxito.


Después de platicar con él ya en su oficina, mi tocayo amablemente nos invitó a un restaurante donde comimos deliciosamente, ahí nos dieron increíbles cortes de carne que hasta el Hoacho (que por enfermedad no puede comer ciertas cosas), no aguantó y por su falta de fuerza de voluntad le entró a la carne que preparan en ese lugar...valió la pena, después de comer nos llevó a conocer un fraccionamiento de la zona, junto a un lago donde llegan pelícanos y otro tipo de aves, el lugar es fantástico y muy bonito.


En fin, nos la pasamos increíble en Suhills Valley y logramos planear algunos asuntos que quizá muy pronto se puedan dar a la luz.