MEMORIA HISTÓRICA PARTE 5



Bueno llegamos al momento que abrimos nuestra tienda de cómics ¡Ka-Boom! Comics en 1994, fundada por Oscar Mendiola, mi tió Roberto Fragoso y mis padres Susy y yo, en la inauguración asistieron varios colegas, Humberto Ramos, Paco Baca, Bachan y muchos más.


Bachan y yo en la inauguración de ¡Ka-Boom! Comics


Dentro de las actividades de la tienda, como es nuestra costumbre desde años atrás, dábamos clases gratis los sábados y los domingos y así comenzaron a llegar varios amigos y nuevos aspirantes a artistas del cómic. La tienda tenía un cubículo muy padre con puertas de cristal y teníamos el restirador donde mi padre daba las asesorías, así llegaron muchos hoy en día protagonistas del "medio".




Un amigo que comenzó a frecuentarnos y a quién conocimos en "Urantia Blue Comics" era Paco Herrera, a quien de cariño le decíamos "Timón", como el personaje de la película de Disney "El Rey León" ya que usaba una gorra volteada y simulaba las orejas del personaje "Timón" y sobre todo porque Paco se volvió ultra fan de esa película. Literalmente Paco se convirtió en nuestro hermano menor y el cual nos maravillaba y sigue maravillando por su increíble habilidad en el dibujo de cartoon, era para nosotros como hoy en día es Mariana Moreno, puros geniecillos.

Caricatura que mi padre le hizo a Paco en la tienda.


También conocimos ahí a Alejandro Palomares, y comenzaban a frecuentarnos Luis Fernando Sosa "Reed" , Mauricio Cosío, Gerardo y Horacio Sandoval, Ricardo García "Micro" y amigos como José Luis Manzur y Luis Blackaller, Rebeca Soriano y su hermano Oscar, Kattya Menéndez y en ese entonces su novio Juan Carlos Sánchez, Lalito Mendoza, Tonatiuh Rocha, Alberto Hinojosa, ahí conocimos a Lucas Marangón que se integró rápidamente y a muchos muchos más, unos iban para aprender a escribir y dibujar y otros simplemente se sentían tan a gusto que se pasaban los fines de semana con nosotros, la tienda se volvió prácticamente un club de cuates comiqueros que se la pasaban dibujando, jugando cartas y discutiendo sobre comic, animación, etc. En los principios de K! Mich atendía la tienda, después fueron Rebeca y Lalo. Así se comenzó a formar poco a poco el grupo que hoy en día permanece. Fue en este tiempo que tuvimos la idea de sacar un cómic bajo el modelo de los europeos, los cuales tienen muchas historias en una sóla publicación, para esto junto con una socia creamos Editorial Antea, pasaje donde por desgracia también tuvimos amargas experiencias, mismas que originaron otra serie de conflictos con algunos colaboradores.


Paco Herrera, Oscar Mendiola, mi padre, su servidor, Rafa, Will Eisner con su ¡Ka-Boom! 0 en la mano y Luis Eduardo Castillo.

Desde que tratamos de reactivar nuestros cómics, nos ha costado mucho trabajo despegar, y desde un principio advertimos a los colaboradores que no habría dinero en un principio y que si lograbamos vender la revista nos autopagaríamos, imagínense que grandes maestros como Will Eisner y Sergio Aragonés, sabiendo de nuestra lucha habían aceptado trabajar en "¡Ka-Boom! el Cómic" sin cobrar y cuando hubiera dinero les pagaríamos pero de acuerdo a precios en México ya que ellos cobraban y cobran más. Sobre advertencia no hay engaño, sin embargo como suele suceder algunos colaboradores que habían aceptado nuestro modo de editar, comenzaron a presionar y a querer cobrar cuando antes habían aceptado trabajar como inversión el tiempo necesario, imagínense el entonces amateur José Luis Manzur comenzó a tirar veneno porque no pagábamos, ya ni Will Eisner ni Sergio Aragonés. También los Orozco y Alberto Hinojosa se retractaron y nos pusieron en problemas mismos que también tuvieron mucho que ver para que el proyecto no cuajara, repito...ya ni Sergio Aragonés ni Will Eisner. A partir de esa experiencia actualmente ya no llamamos tan fácilmente a nuevos escritores y artistas, hasta que podamos pagar las colaboraciones y eso será hasta que logremos éxito regular, así que todavía falta mucho mucho tiempo.


Sergio Aragonés cuando visitó la tienda.


Bueno...durante el proceso nos dimos a la tarea de hacer el cómic, los colaboradores fueron Ricardo García "Micro", Alberto Hinojosa, El Maestro Angel Mora, Luis Fernando Sosa "Reed", Paco Herrera, Horacio y Gerardo Sandoval, Benjamín Orozco Sr., Benjamín Orozco Jr., Borger Jensen ( un vecino mío que diseñó el cómic), mi padre, Susy Romero y su servidor, además de introducir a nuevos valores en ese tiempo a José Luis Manzur y a los estudiantes más sobresalientes. Total, realizamos el cómic y en el inter asistimos a diferentes eventos, conferencias, a la Conque y a la Comic Con.



Todo iba muy bien pero a la hora de la presentación de la revista en el club de periodistas, los socios capitalistas comenzaron a poner trabas y se enojaron porque literalmente ignoramos sus órdenes, las cuales consistían en sólo dar unas palabras y despedir a los asistentes al evento sin tener ninguna interacción con ellos, sólo deseaban dar la noticia ante medios y ya, pero como antecedente déjenme decirles que dimos 100 invitaciones especiales, pero ya saben como son los fans de Karmatrón, se reunieron más de 1000 en el recinto, situación que si no interactuábamos con ellos, sería una descortesía y lo que los asistentes deseaban era convivir con nosotros ( además eran los clientes), para autografiarles los cómics y hacerles dibujos.



Así que nos arriesgamos y no hicimos caso, al contrario presenté a cada uno de los ¡Ka-Boones!, (cosa que los socios no deseaban), presenté a los invitados entre los cuales estaban dibujantes de la vieja guardia como Héctor Macedo (Capulina), además de Humberto Ramos y hasta Roberto Flores, y mucha gente más. El programa "Punto x Punto" de Ramón Fregoso cubrió el evento y se vivió mucho calor humano ese día, fue increíble. Los socios estaban que se los llevaban los mil demonios pero lo que deseabamos era precisamente que todo fuera un éxito y si hubieramos accedido a lo que proponían, hubiera sido fatal en cuanto al público, además nosotros sabíamos más del mundo editorial y ellos como decía John Lennon sólo sabían aplaudir con sus joyas y comer hasta los fines de semana comida de alta cocina, más no la convivencia sincera con los fans.



Así al otro día, rompimos relación y todo se vino por la borda simplemente por cuestiones de lucha de poder, de igual manera si hubiera accedido, no hubieramos prosperado por muchas, muchas razones. Total, terminamos muy mal, y hubo muchas situaciones bastante desagradables, una de ellas es que Hinojosa quién se pasó al bando de nuestra Ex-Socia, pensando que la iba a hacer, fue a Derechos de Autor para tratar de Registrar a nombre de Antea, el título de ¡Ka-Boom!, lo supimos porque tenemos amigos en las oficinas del INDA. Después supimos que publicaron unos cómics de Hinojosa pero hasta ahí.




Continuamos nuestra vida y de inmediato soportamos otro revés, el gerente de la casa de la caricatura David Musi con quién teníamos una alianza para comprar la mercancía de la distribuidora, directamente de Diamond en Estados Unidos, decidió dejar de traer cómic norteamericano y traer puro Manga, decisión que realmente nos afectó pues desde el principio para decidirnos a abrir ¡Ka-Boom! Cómics era que sólo podríamos hacerlo con otra tienda aliada como un club de compradores para poder tener mejores descuentos, debido a que nuestro poder adquisitivo no era muy bueno ( como siempre) y la tienda apenas estaba despegando, nos dió en la torre y quedamos a la deriva, de inmediato pedí ayuda a Carlos Trón para que nos vendiera mercancía, entramos a su bodega donde tenía muchísima mercancía y me dejó escogerla, en realidad por ser una tienda pequeña, los clientes de K! todavía no eran muchos y necesitaba sólo 15 de un título, 10 de otros y así sucesivamente, terminé de surtirme para que Carlos me dijera que sólo podía darme el 10% de descuento y que no podía llevarme mucho de lo que escogí, según porque ya estaban apartados, en primera tenía muchos ejemplares de cada título pues era distribuidor de otras tiendas, pero recordemos que en ese tiempo no había muchas, y por otro lado si nos veía escoger ciertos títulos ¿por qué se esperó hasta al final para negárnolos?. En ese tiempo los archienemigos de Carlos era la gente de Comicastle, y lo increíble es que en vez de que un "supuesto amigo" con el que tuvimos relación personal y profesional, fue Comicastle la que desde entonces hasta la fecha ha ayudado sobre manera a ¡Ka-Boom! , en ese entonces nos dió un 45% de descuento.




De ahí en adelante nos surtimos hasta el final con Comicastle y con otra tienda de la zona de Lomas Verdes, a pesar de eso, todo esto nos afectó y nunca pudimos despegar, mantuvimos la tienda más como club de cuates y también debo reconocer que no éramos comerciantes, somos artistas, zapatero a tu zapato, pero la fuerza que originábamos con todos los que asistían al local de K! nos obligó a mantener la tienda hasta 1997.


Juan José Abrego, mi padre y yo, con SpiderMan, que aunque no lo crean es Oscar Mendiola, nuestro único campeón mundial (varón) de Tae Kwon Do, si lo vieran sus alumnos y la Federación...¡imagínense!


A pesar de lo negro, afortunadamente hubo más blanco, nos divertíamos cuando Mich, Hoacho y el Mendiola se disfrazaban de Batman y de Spiderman para dar volantes en los alrededores de Plaza Satélite, literalmente parábamos el tráfico, los domingos comprábamos pollos y los clientes que se quedaban todo el día comían con nosotros fuera de la tienda donde poníamos unas mesas, los clientes eran tan cuates que al ver nuestra situación en cuanto a nuestros provedores, nos llevaban productos, revistas y muchas cosas para vestir la tienda y para que no cerraramos, además de que se consolidó el grupo creativo base y por otro lado gracias a la tienda pudimos conocer al que fuera productor asociado de Plaza Sésamo, quien de inmediato nos contrató para participar como directores de animación del programa infantil en Televisa San Angel de 1996 hasta el 2000.


Su servidor, Reed, Paco Herrera quién iba a aprender a manejar a los Muppets y Susy


¡Ka-Boom! Comics tuvo dos locales uno junto al callejón del Sapo Cancionero a un costado de Sears de Plaza Satélite, duramos un año y medio y hasta 1997 estuvimos en Plaza Alzaga también en Satélite, frente a lo que hoy es Editorial Mina. Así cuando ¡Ka-Boom! Comics cerró, entró en acción ¡Ka-Boom Estudio, con Horacio Sandoval, Ricardo García, Lucas Marangón, Tonatiuh Rocha, Rebeca Soriano, Mauricio Cosío, Reed, Lalo Mendoza, Alex Palomares, Paco Herrera, mi padre, Susy y yo, entre algunos otros amigos que pasaron por el Estudio.


5 comentarios:

spock dijo...

Oiga, don Oscar, no es correcto hacer comentarios malintencionados de una persona que no está ya presente para desmentirlos. Me refiero en concreto a Alberto Hinojosa. Un poco más de ética, por favor.

León Márquez

Oscar González Loyo dijo...

Estimado León, Alberto que en paz descance no podría desmentirlo, ya que es verdad, además si hablas de ética, es lo que decimos nosotros en cuanto a lo que nos afectaron en su momento, y por otro lado siempre lo hablé cara a cara con él, es más hasta hubo peleas memorables en varios foros.

spock dijo...

Pues por eso mismo; usted asegura una cosa, pero no hay quien lo contradiga, pues quien podría hacerlo ya está muerto.

En resumen; como Hinojosa y usted lo hablaron cara a cara, y una de las partes ya no está presente para confirmarlo, sería mejor que por ética no lo mencionara.

A menos que lo que usted diga sea considerado una verdad absoluta.

Saludos

Oscar González Loyo dijo...

La memoria Histórica así es, además repito muchos conocieron a Alberto, por otro lado independientemente de lo malo, nosotros siempre recordaremos los momentos buenos que pasamos con él así como los malos, el recordar es dual, y por lo mismo lo documentado no podemos negarlo tanto espiritualmente como materialmente.

Saludotes!!!

spock dijo...

Don Óscar, conocí y traté personalmente a Alberto, y podría decir cualquier cosa acerca de él, menos que era un aprovechado, como para querer registrar a su nombre la idea de otros.

Sigo insistiendo en que no es adecuado hablar de alguien quien no está presente para defender su punto de vista.

Ni espiritual, ni materialmente.